Como eliminar un personaje con credibilidad
Sea un relato corto o una novela de mil páginas, bien sea por su maldad, por que lo pida la trama o por su perdida de utilidad, en no pocas ocasiones hay que eliminar un personaje de la historia que estas tecleando. Qué hacer y como hacerlo es una de mayores complicaciones que se le presentan a cualquier escritor ya que, hacerlo de manera convincente y pausible es algo extremadamente difícil. Aquí os dejaré unos cuantos consejos sobre como hacerlo sin recurrir al clásico disparo en la cabeza.
-FOTOGRAFÍA. Cuando un personaje saca una fotografía y la enseña, mostrando sus hijos, su mujer o cualquier recuerdo bonito, esta firmando su sentencia de muerte. Ha implicado emocionalmente al lector y se ha ganado un hueco en su corazón. Su muerte servirá para mantener la tensión, para que el malo malísimo sea más odiado y para que el bueno superbueno pueda hacer con total justificación lo que le venga en gana. Casi nada.
-CONVERSACIÓN PENDIENTE. Que dos personajes dejen pendiente una conversación importante sobre la trama permite, aunque de manera sútil, eliminar un personaje. Partiendo a un viaje, escondiendose de unos perseguidores o porque se marcha a la guerra, ese personaje puede morir o no, dejando las cuestiones a tratar en el aire y convirtiendo la resolución de las mismas en parte de la trama. Cómo se resuelva ese reencuentro luego es cosa tuya. Eso si, estás totalmente obligado a que lo haga.
-JUBILACIÓN. Parece que los escritores odian que alguien cobre una pensión y tenga un retiro dorado. Basta que un policía se retire en su último día, que regrese a casa con su familia o que vaya a dar la vuelta al mundo en barco. Su suerte esta más que firmada.
-SACRIFICIO. Todo personaje con tintes heróicos tiene su posibilidad de desaparecer haciendo un sacrificio por la humanidad. Implicarás al lector y darás carta blanca al resto de protagonistas. Ha de ser un personaje principal y tener ciertos tintes filantrópicos para que sea creíble. El mártir por amor también es pausible aunque mucho menos común. Cuidado como tratas el asunto.
Escribir personajes creíbles, realistas y evolutivos es una de las tareas más difíciles que existen. Y provocar su desaparición es algo doloroso para cualquier escritor pero, al fin y al cabo, si contigo vieron la luz, contigo deben hundirse en las sombras. Y hacerlo de manera interesante y atrayente es parte fundamental de tu misión. ¡Buena suerte, compañero!
-FOTOGRAFÍA. Cuando un personaje saca una fotografía y la enseña, mostrando sus hijos, su mujer o cualquier recuerdo bonito, esta firmando su sentencia de muerte. Ha implicado emocionalmente al lector y se ha ganado un hueco en su corazón. Su muerte servirá para mantener la tensión, para que el malo malísimo sea más odiado y para que el bueno superbueno pueda hacer con total justificación lo que le venga en gana. Casi nada.
-CONVERSACIÓN PENDIENTE. Que dos personajes dejen pendiente una conversación importante sobre la trama permite, aunque de manera sútil, eliminar un personaje. Partiendo a un viaje, escondiendose de unos perseguidores o porque se marcha a la guerra, ese personaje puede morir o no, dejando las cuestiones a tratar en el aire y convirtiendo la resolución de las mismas en parte de la trama. Cómo se resuelva ese reencuentro luego es cosa tuya. Eso si, estás totalmente obligado a que lo haga.
-JUBILACIÓN. Parece que los escritores odian que alguien cobre una pensión y tenga un retiro dorado. Basta que un policía se retire en su último día, que regrese a casa con su familia o que vaya a dar la vuelta al mundo en barco. Su suerte esta más que firmada.
-SACRIFICIO. Todo personaje con tintes heróicos tiene su posibilidad de desaparecer haciendo un sacrificio por la humanidad. Implicarás al lector y darás carta blanca al resto de protagonistas. Ha de ser un personaje principal y tener ciertos tintes filantrópicos para que sea creíble. El mártir por amor también es pausible aunque mucho menos común. Cuidado como tratas el asunto.
Escribir personajes creíbles, realistas y evolutivos es una de las tareas más difíciles que existen. Y provocar su desaparición es algo doloroso para cualquier escritor pero, al fin y al cabo, si contigo vieron la luz, contigo deben hundirse en las sombras. Y hacerlo de manera interesante y atrayente es parte fundamental de tu misión. ¡Buena suerte, compañero!
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