¡Que se jodan! (Candy Crush, Caloret y otros cuentos para no dormir)
Hasta las narices. En este estado de ánimo nos encontramos todos y
encima, sin saber muy bien hacía donde dirigir la mirada. Si hacía
abajo por vergüenza o hacia delante con indignación. Ha llegado la
mierda a un nivel tan alto en nuestra política que sólo caben dos
explicaciones: O son tan inútiles y corruptos que les da igual todo
o bien son tan incompetentes que no se dan cuenta de lo que hacen. O quizas un poco de ambas. O
bastante, según se mire. Vergüenza ajena me da, cómo malagueño y
andaluz, ver a la vicepresidenta del congreso (Doña Celia Villalobos
por si alguien aun no se ha enterado), jugando en pleno debate del
estado de la nación al conocido juego de las frutas. Cómo si la
nación, (por llamarla de alguna forma), no estuviese ya bastante
dañada en su imagen por si sola como para que venga el show del
bombero torero a echarle no más leña al fuego sino media selva amazónica. Al margen de la paupérrima imagen exterior (en Europa estamos
empezando a dar más pena que risa), la fotografía zafía y despreocupada que esta señora
trasmite del andaluz al resto de España es la que es. Da igual que
el resto nos matemos a trabajar e intentemos dar el callo. Siempre
nos quedará esa imagen del Candy Crush. Hasta nuestros nietos penarán estos estereotipos.
Luego tenemos el caso de Rita Barberá. El sonado discurso realizando nuevos aportes a una rica lengua cómo es el valenciano de la sempiterna alcaldesa de Valencia es, y nunca mejor dicho, de traca. Cómo también lo es el hecho de endeudar hasta límites casi intolerables a una gran ciudad y comunidad que no se merecen estar representados por este personaje más próximo a Belén Esteban que a la excelencia que se le presume a la figura política que mas dinero cobra en "A" de todo el país. En "B" desconocemos el importe, si es que lo hay.
Pero tranquilos, gentes del partido gurteliano. No soy un defensor a ultranza del PSOE (al menos no del actual) que quiere hacer campaña electoral por el partido de la rosa. Soy andaluz, sanitario y emigrante obligado por la nula política del PSOE en estos treinta y tantos años que llevan ejerciendo, que no haciendo, en Andalucía. La corrupción campa a sus anchas en la Junta de una manera tan amplia que sería más sencillo echar a todos los cargos políticos que buscar sólo a los que se han podrido. La trama de los ERES (lo raro es saber quién no trincaba de esto) y una sanidad y educación a la cola del país no son flor de un día, ni siquiera se excusan con el paraguas de los recortes de los últimos años. Yo emigré en 2006 cuando la Alianza de Civilizaciones de Zapatero estaba en su apogeo y aquí se suponía que había dinero de sobra. Y la sanidad seguía siendo una mierda. Pese a quién le pese. Seguían faltando hospitales, camas y sanitarios. Desde entonces y hasta ahora. Aunque bien es cierto que en este asunto hay que reconocer que nosotros tenemos gran parte de la culpa. Nuestro conformismo y falta de ambición es legendario. Igual que nuestra alegría, creo que los andaluces somos el máximo exponente de las virtudes y defectos del típico (que no tópico) carácter español. Tanto en lo bueno como en lo malo, somos extremos. No tengo dudas.
Luego tenemos el caso de Rita Barberá. El sonado discurso realizando nuevos aportes a una rica lengua cómo es el valenciano de la sempiterna alcaldesa de Valencia es, y nunca mejor dicho, de traca. Cómo también lo es el hecho de endeudar hasta límites casi intolerables a una gran ciudad y comunidad que no se merecen estar representados por este personaje más próximo a Belén Esteban que a la excelencia que se le presume a la figura política que mas dinero cobra en "A" de todo el país. En "B" desconocemos el importe, si es que lo hay.
Pero tranquilos, gentes del partido gurteliano. No soy un defensor a ultranza del PSOE (al menos no del actual) que quiere hacer campaña electoral por el partido de la rosa. Soy andaluz, sanitario y emigrante obligado por la nula política del PSOE en estos treinta y tantos años que llevan ejerciendo, que no haciendo, en Andalucía. La corrupción campa a sus anchas en la Junta de una manera tan amplia que sería más sencillo echar a todos los cargos políticos que buscar sólo a los que se han podrido. La trama de los ERES (lo raro es saber quién no trincaba de esto) y una sanidad y educación a la cola del país no son flor de un día, ni siquiera se excusan con el paraguas de los recortes de los últimos años. Yo emigré en 2006 cuando la Alianza de Civilizaciones de Zapatero estaba en su apogeo y aquí se suponía que había dinero de sobra. Y la sanidad seguía siendo una mierda. Pese a quién le pese. Seguían faltando hospitales, camas y sanitarios. Desde entonces y hasta ahora. Aunque bien es cierto que en este asunto hay que reconocer que nosotros tenemos gran parte de la culpa. Nuestro conformismo y falta de ambición es legendario. Igual que nuestra alegría, creo que los andaluces somos el máximo exponente de las virtudes y defectos del típico (que no tópico) carácter español. Tanto en lo bueno como en lo malo, somos extremos. No tengo dudas.
Y luego esta PODEMOS. Que hoy digo si. Luego digo no. Que
soy de centro. Que soy bolivariano. Vamos a nacionalizar. Que no hombre, que estoy de broma. A mi me dan tanto
miedo como respeto. Pero la gente esta tan hastiada que se esta
lanzando en sus manos con desesperación. Cómo el enfermo de un
cáncer terminal que se agarra al clavo ardiendo de un curandero.
Puede que se salve (ojalá sea así) pero, tengo mis dudas. Espero, de corazón, que no
se confirmen que las cataplasmas con coco y manzanilla son del todo insuficientes cuando el cáncer nos invade.
Y también esta Ciudadanos, que no sabe a que juega y
que le pasa como a UPYD. Ambiguos y poco claros. Parecen querer ser más horquilla que cambio real. No se, tampoco los veo. Me olvido por supuesto de IU, pero es que hasta sus votantes se han olvidado de ellos. Ni a Franco le colgaban salmones más buenos y fáciles de pescar cómo el que le han colgado PP y PSOE en los últimos años a IU. Parece cómo si tuvieran miedo a entrar a gobernar. "No vaya a ser que tengamos que hacer todo lo que llevamos años diciendo" habrán pensado. Y entre y no entre, le han comido la tostada. De cajón. También tenemos el caso Pujol, el Palma
Arena, El caso Urdangarín, Madrid,...... pongo estos puntos por ir terminando. Necesitaría varías vidas para enumerarlos. Y no las tengo.
Así que ya sabéis, ya que estos cabrones no nos
van a hacer ni puñetero caso, por lo menos y antes que alguien lo
prohíba, quejaros y gritad fuerte. Y por supuesto, ni se os ocurra
compartir vidas del Candy Crush con la Villalobos ni ninguno de estos tipejos. ¡Que se jodan!
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