Supongamos que ya has terminado. Has acabado de escribir hace un par de meses y, después de leerla, tu pequeña obra de arte esta lista para salir a luchar por una editorial. ¿O no? Aunque a todos los autores nos duela, nuestra pequeña novela tiene fallos. Y muchos. Al margen de los errores ortográficos (que se presume ya has corregido con más o menos acierto) hay muchas cosas que pulir: errores morfosintácticos, de estructura, de puntuación, tipográficos,.... .En definitiva, todavía queda mucho trabajo y quizás nosotros, los autores, no somos los más indicados para llevarlo a cabo. Existen multitud de empresas que se dedican a este "sucio" y desagradable oficio. Gente "sin alma ni corazón" que agarra lo que tu más quieres y lo destroza sin miramientos, realizando un trabajo imprescindible para que tu pequeña criatura tenga alguna posiblidad de éxito. Son tan importantes cómo el trabajo de un editor o el del propio escritor. Bromas aparte, el trabajo de los correc