Grandes clásicos de la novela negra (I)

 En primer lugar estará bien que definamos con claridad de que estamos hablando. La novela negra es, como la definió Raymond Chandler en su ensayo El simple arte de matar (1950), "la novela del mundo profesional del crimen". Debe su nombre a que originalmente fue publicada en la revista Black Mask (EEUU) y en la colección Série Noire de la editorial francesa Gallimard pero también al carácter oscuro de los ambientes en que transcurre, lejos de las casas señoriales que ambientaban las novelas policiacas típicas de la época.
 A través de diferentes posts, os iremos dejando las que, en nuestra humilde opinión, son las mejores joyas de este género. Hoy, para comenzar, una de las primeras obras de Edgar Allan Poe.

 Edgar Allan Poe
(Boston, EE UU, 1809 - Baltimore, id., 1849) fue un poeta, narrador, crítico estadounidense y uno de los mejores cuentistas de todos los tiempos. La imagen lúgubre de Poe como cultivador de la literatura de terror ha entorpecido su valoración e influencia en la novela negra y policial. Gran maestro del género, revalorizó y revitalizó el cuento tanto desde sus escritos teóricos como en su praxis literaria, demostrando que su potencial expresivo nada tenía que envidiar a otros géneros. Otorgó también al relato breve la dignidad y el prestigio que modernamente poseen.
"Los asesinatos de la calle Morgue", publicado en 1841, fue más un cuento que una novela y Poe se basó en un crimen real para publicarla. Un brutal asesinato de dos mujeres, madre e hija, se ha producido en un apartamento de una importante calle de París. Las primeras investigaciones que lleva a cabo la brigada no dan resultado alguno, evidenciándose la impotencia de la policía para esclarecer los hechos. Finalmente se hace cargo del asunto un detective aficionado, Monsieur Dupin, quien tras intensa y brillante investigación, resuelve el caso al ofrecer una explicación extraordinaria.


La próxima semana volveremos con la segunda entrega y el segundo autor.

Los crimenes de la calle Morgue. Edgar Allan Poe.

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